Cómo aumentar la facturación en tu empresa
En multitud de ocasiones habrás escuchado que el éxito no viene sólo, que no llamará a tu puerta y que, por más que lo intentes, la fórmula secreta para alcanzarlo no existe. Si bien esto es cierto, siempre podemos acogernos a ciertas formas de actuar o seguir una línea concreta que nos ayude, si no a conseguirlo, a situarnos muy cerca de éste.
Entre las principales preocupaciones de una empresa, sea cual sea su tamaño (grandes empresas, pymes, emprendedores, autónomos…), se encuentra el aumento de la facturación. A todos nos gusta tener los bolsillos llenos y que igual que el éxito no llama a nuestra puerta tampoco lo hagan los problemas, pero esto resulta inevitable en casi cualquier ámbito de la vida, y mucho más si hablamos de empresas.
Antes de querer llenarnos los bolsillos, deberemos comenzar por tanto a seguir alguna línea que nos acerque a esa posible mayor facturación en nuestro negocio. Existen ciertos indicadores que nos apoyarán a la hora de afianzar la compañía junto al aumento de las ventas y la facturación, que enumeramos a continuación:
1. Costes
Dentro de este primer punto, observaremos los costes que implican tanto tus proveedores, productos como tus ventas.
¿Tienes el mejor producto para tus clientes? Tan importante es encontrar un proveedor con bajo precio, como conocer quién sirve tu producto, a qué precio y cuál es su calidad. De la calidad de estos proveedores dependerá tu éxito ante los clientes. Procura encontrar la mezcla perfecta: Mayor calidad al mejor precio.
Por otro lado encontramos el precio de tus productos, deberemos actualizarnos, ver las tendencias del mercado y compararnos con la competencia, de manera que tengamos siempre un precio adaptado a nuestro producto.
Como tercer coste, estudiaremos el coste de venta, el dinero que gastas en producir lo que vendes y en la venta propiamente. De esta forma cualquiera que se lance a montar un negocio estará preparado para saber qué operaciones le convienen y cuáles no.
2. Satisfacción de nuestros clientes
Una de las mayores varas de medir la calidad de un negocio es la satisfacción del cliente. En este caso, será muy importante estudiar la división de esta satisfacción, es decir, analizar qué elementos influyen a la hora de que los clientes queden contentos con tu servicio o producto.
Este análisis nos permitirá no sólo fidelizar al cliente y mejorar su estado de satisfacción, sino que además producirá un efecto cadena que puede reportar muchos nuevos clientes y, por ende, beneficios, muy conocido como el “boca a boca”.
3. Facturación frecuente
En nuestro negocio deberemos tener una constante de ventas que permitan obtener suficientes ingresos como para invertir en la mejora del mismo. Esto es lo que conocemos como flujo de caja equilibrado. Para que este punto funcione, además de tener una buena metodología a la hora de vender, es imprescindible controlar cada aspecto de nuestro negocio, de manera que tengamos una visión de su línea de crecimiento.
Siguiendo con la observación de la facturación, sería aconsejable contar con un programa de gestión que facilite esta tarea y permita ordenar toda la información y datos en la nube, y sobre todo, una herramienta de facturación eficiente.
4. Medida del periodo de venta
Otro de los puntos a tener en cuenta será el tiempo objetivo que tardamos de media en cerrar una venta con un cliente. Este dato, si lo calculamos de manera equilibrada, nos podrá dar la clave de si hacemos nuestro trabajo correctamente en este aspecto. El tiempo que tardamos en contactar con proveedores, en contactar con el cliente, en que éste nos responda, si cerramos o no la venta finalmente… son preguntas que debemos hacernos de manera continua para estar al acecho ante posibles fallos que podemos estar cometiendo.
Emprender un negocio conlleva muchos análisis, pero a largo plazo, seguir ciertas guías en la gestión de la empresa puede ahorrar costes, tiempo y muchos quebraderos de cabeza. Prueba a organizarte y comienza a optimizar la facturación de tu compañía.
Fuente: www.flowsme.com